«Enjoy the little things in life because one day you’ll look back and realize they were big.»
Me gusta tener presente esta frase, más aun cuando existe la posibilidad de que mis ojos se apaguen algún día, porque me recuerda que hay que disfrutar de las pequeñas cosas del día a día. Vivir con Síndrome de Usher me ha enseñado a que no hay que dar nada por sentado y que uno debe exprimir al máximo cada momento. Mi próximo reto de las Six Majors responde a esa filosofía.
«Enjoy the little things in life because one day you’ll look back and realize they were big.»
Me gusta tener presente esta frase, más aún cuando existe la posibilidad de que los ojos se apaguen algún día, porque nos recuerda que hay que disfrutar de las pequeñas cosas del día a día. Vivir con Síndrome de Usher me ha enseñado que no hay que dar nada por sentado y que uno debe exprimir al máximo cada momento. Mi próximo reto de las Six Majors responde a esa filosofía
Cuando apenas tenía un año, mis padres notaron que algo no iba bien. Tras realizar algunas pruebas, recibieron un diagnóstico: sordera severa. Poco después, me compraron mis primeros audífonos. Pasé 13 años haciendo sesiones de logopedia aprendiendo a hablar bien. «Helado» se convertía en… «mblau» 🙂 A pesar de la sordera, pude ir al colegio y convertirme en un buen estudiante, aunque un poco travieso.
Cuando todo parecía estar en orden, la vida decidió desafiarme otra vez. A los 17 años, empecé a notar cosas raras en la vista. La ceguera nocturna se manifestaba, y poco a poco los choques con farolas y otros obstáculos se volvieron frecuentes. Lo que comenzó como motivo de risa entre amigos pronto se convirtió en una dolorosa realidad. Tras someterme a pruebas, el médico me diagnosticó Síndrome de Usher II una enfermedad degenerativa que provoca sordoceguera.
Aceptar esta nueva realidad fue difícil, en esos momentos la perspectiva de quedarme ciego me resultaba un tanto trágica. Por suerte, hasta el momento no he perdido toda la vista. Tengo ceguera nocturna y tengo un 5% de visión central como si mirara la vida a través de un túnel y por eso arraso con todo lo que se cruza en mi camino, abuelitas, niños y todo tipo de obstáculos 😉 Desde hace unos meses he empezado a llevar a Moisés conmigo, mi bastón rojo-blanco, que abre paso entre las aguas(y multitudes).
Después de años de aceptación y adaptación, ahora soy feliz. Para ello ha sido necesario el apoyo de mucha gente, que ha sido clave en este proceso. Por eso he decidido crear una asociación del Síndrome de Usher en España, para poder brindar apoyo y acompañar a los afectados con esta enfermedad. El desafío de completar las Six Majors no sólo busca dar visibilidad al Síndrome de Usher, sino también recursos para llevar a cabo esta misión.
Desde pequeño he practicado muchos deportes. Mis padres siempre me inculcaron valores saludables, y uno de ellos fue el amor por el deporte. Excursiones en la montaña, mountain bike, esquí, fútbol, running, taekwondo, kick-boxing. Sin embargo, cuando llegó el diagnóstico, todo quedó en pausa. Pero hace un año, recuperé la ilusión por correr, y me hace sentir fenomenal. Por eso, mi próximo reto gira en torno al running: completar las seis majors mientras aún conserve la vista. Conocer Chicago, Boston, Tokio, Berlín y correr algunas de las maratones más icónicas es mi objetivo, visibilizando el Síndrome de Usher. ¡Vamos a por ello!
Mi querido padre, que también se llama Fernando y que tanto me ha dado. Siempre supo enseñarme acerca de la importancia de la amistad, la familia, el trabajo, el deporte, etc.
Por desgracia, hace 18 años tuvo un accidente de moto que lo dejó bastante afectado. Como él mismo dice: ‘Jodido pero contento’. A él le habría encantado correr la maratón de Nueva York. Quiero correrla por él y llevarlo a la gran ciudad para disfrutar juntos de uno de los mayores eventos deportivos.
Aquí abajo tienes una de las fotos de nuestro viaje a Argentina hace más de 12 años. En aquel entonces aún podía caminar y hizo un esfuerzo enorme por visitarme mientras yo estaba de intercambio. Fue el último viaje que hicimos juntos, pero no quiero que sea el último. Nueva York será nuestro próximo destino cuando vaya a correr la maratón.
NANDOS IN PERITO MORENO 2012